Diversidad, equidad e inclusión en las empresas latinoamericanas, un camino comenzado pero en el que tenemos que seguir avanzando
La conversación sobre diversidad, equidad e inclusión (DEI) ha experimentado un auge significativo en los últimos años, no solo a nivel global sino también de manera destacada en América Latina. La emergencia de temas como el colorismo, la discriminación por edad y la interseccionalidad ha elevado el nivel del diálogo sobre género, racismo y derechos LGBTQ+, incitando a individuos y empresas a reconocer y combatir los profundos sistemas de desigualdad y discriminación que prevalecen en los espacios laborales y más allá. Este creciente enfoque en DEI responde a una demanda global por justicia y equidad, catalizada por movimientos sociales como Me Too y Black Lives Matter, que han encontrado resonancia y adaptación en las complejidades propias de América Latina. Estos movimientos han despertado una urgencia entre líderes y ejecutivos empresariales para equiparse con herramientas que promuevan soluciones sostenibles y responsables en materia de DEI, tanto a nivel interno como en sus comunidades.
La importancia de la DEI en el escenario empresarial global
Incorporar la diversidad cultural dentro de las empresas globales no solo presenta desafíos significativos sino también oportunidades únicas. La diversidad de género, religión y nacionalidades enriquece las dinámicas organizacionales, promoviendo un entorno laboral más inclusivo y colaborativo. Estas diferencias culturales requieren el desarrollo y la implementación de estrategias efectivas para superar las barreras culturales, donde habilidades como la comunicación efectiva y la empatía juegan un papel crucial. La adaptabilidad cultural, potenciada durante la pandemia de COVID-19, ha demostrado ser fundamental para mantener la cohesión interna y reforzar la presencia de la empresa en el mercado.
El papel de América Latina y la Inclusión de la mujer
En América Latina, el impulso hacia una mayor DEI se ha manifestado de manera poderosa a través de movimientos por los derechos de las mujeres, tales como Ni Una Menos en Argentina y Un Día Sin Nosotras en México. Estas iniciativas han resaltado la necesidad de enfoques específicos y diversificados para abordar las demandas de justicia social, adaptando estrategias globales de DEI a las realidades culturales y sociales particulares de la región.
Estrategias efectivas para la superación de barreras culturales
Abordar estas barreras culturales en un mundo globalizado exige no solo una amplia comprensión de las diferencias culturales sino también la implementación de estrategias prácticas. Fomentar un ambiente de trabajo que valore la diversidad e inclusión se ha convertido en un imperativo estratégico para mejorar el rendimiento y la innovación empresarial. Los estudios, incluidos los de McKinsey & Company, han demostrado que las empresas con equipos ejecutivos diversificados superan significativamente a sus competidores en términos de rentabilidad y creatividad, con un 25% más de probabilidades de lograr rentabilidades por encima del promedio para aquellas con diversidad de género, y un 36% para aquellas con diversidad étnica y cultural.
El impacto positivo de la pandemia en DEI
La transición forzada hacia el trabajo remoto durante la pandemia ha revelado desigualdades críticas pero también ha proporcionado una oportunidad única para reevaluar y fortalecer las iniciativas de DEI.
Esta situación sin precedentes ha enfatizado la importancia de la flexibilidad, la adaptabilidad y la comprensión cultural, no solo como respuestas a un desafío temporal sino como elementos centrales de la cultura empresarial del futuro.
El rol esencial de la DEI: estadísticas y tendencias
Varios estudios han demostrado los beneficios de contar con una fuerza laboral diversa e inclusiva.
Según investigaciones de McKinsey & Company, las empresas con mayor diversidad de género en sus equipos ejecutivos son un 25% más propensas a alcanzar rentabilidades por encima del promedio, y aquellas con diversidad étnica y cultural, un 36% más.
Estos datos resaltan el valor estratégico de integrar prácticas de DEI en el funcionamiento empresarial para mejorar el rendimiento y la innovación.
En un estudio reciente del Edelman Trust Barometer, se destaca que el 70% de las personas en países latinoamericanos encuestados creen que los CEOs deberían intervenir cuando los gobiernos no logran resolver problemas sociales, y el 58% de los brasileños y el 56% de los mexicanos opinan que se debería dar más importancia a la igualdad de pago entre géneros y grupos étnicos.
Estas estadísticas subrayan la creciente expectativa hacia las empresas para liderar el camino hacia una mayor equidad y diversidad.
Hacia una sociedad más justa
Las políticas de DEI y las expectativas en torno a ellas nos recuerdan la capacidad de mejorar significativamente la vida de las personas cuando las acciones de las empresas se impulsan con empatía y sensibilidad.
En América Latina, esto significa defender causas que resuenan con sus negocios mientras se atiende a las preocupaciones de empleados, consumidores y comunidades. Para lograr un impacto positivo duradero, las iniciativas deben ser informadas, culturalmente sensibles y profundamente comprometidas con la construcción de un entorno más inclusivo y equitativo.
Desde Cada Una abrimos el espacio para poder fdar visibilidad a la importancia de estas politicas organizacionales.
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