53 años para alcanzar la paridad de género en América Latina ¿Podemos lograrlo antes?
Un mensaje de Natalia González Amato como fundadora de CADA UNA.
En mi rol estratégico dentro de las empresas, siempre me gustó poder basar mis decisiones en la información analítica y datos precisos para anticipar tendencias y poder ejecutar las adaptaciones necesarias en el mercado, y al mismo tiempo maximizar la eficiencia operativa y la rentabilidad.
Hace un tiempo, ya desde mi rol de consultora en Marketing y Estrategia, y mucho más consciente de la necesidad de facilitar la llegada de más mujeres al mundo laboral y empresarial, me di con una revelación cuya inequidad caló hondo, resultado que quizás intuía después de años de transitar los pasillos de varias empresas.
Sin embargo, poder entender en su magnitud el peso real de ese número cambió para siempre mis prioridades.
En el contexto actual de América Latina y el Caribe, se estima que tomará 53 años alcanzar la plena paridad de género, inercia que se repite en Argentina.
Si, asi tal cual.
Actualmente, la participación económica y las oportunidades para las mujeres en la región se sitúa en un 65.2%, destacándose como uno de los puntajes regionales más bajos.
Esta cifra aún dista mucho de la participación masculina, que ronda el 94%, evidenciando una brecha de género de casi 30 puntos. Esta desigualdad se acentúa en el ámbito empresarial, donde sólo el 14% de las empresas registradas son de propiedad femenina y la participación de las mujeres en puestos de liderazgo y gerenciales es significativamente baja.
Profundizando los detalles de esta tendencia, las estadísticas muestran una predominancia femenina en áreas consideradas "blandas", mientras que en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y en roles de liderazgo, su presencia es mucho menor.
Las disciplinas STEM son fundamentales para el desarrollo y la innovación en nuestra sociedad moderna, abarcando desde la investigación científica hasta la creación de nuevas tecnologías. Sin embargo, este fenómeno no sólo refleja la segregación horizontal y vertical en el mundo laboral sino también la subvaloración de las capacidades femeninas en campos tradicionalmente dominados por hombres.
Además, las mujeres enfrentan brechas salariales significativas y una menor probabilidad de ser ascendidas, factores que contribuyen a su menor valoración personal y profesional en entrevistas laborales.
Esto no es Hombres Vs. Mujeres:
En esto quiero ser firme. He tenido la suerte de ser amada y respetada por hombres que me enseñaron a valorar mi ser mujer y he trabajado con hombres maravillosos, por lo que no creo en el enfrentamiento entre los sexos, sino en un verdadero trabajo conjunto para devolver a la mujer su rol protagónico en todas las esferas, en lo político, económico, empresarial y en lo social, para lograr una sociedad más justa y más amable para todos, lejos de los límites de la antigua organización social y familiar, que sofoca las posibilidades de la mujer a lo doméstico y a las tareas de cuidado, mientras que también condena al hombre a ser el único proveedor.
Creo que un mundo mejor es posible para todos, desde una valoración positiva de nuestras diferencias, desde un diálogo y una comunión sincera en el que todos los géneros puedan crecer desde una base común de oportunidades y posibilidades.
Frente a este panorama, como mujer profesional argentina, entendí mi responsabilidad de trabajar activamente en acelerar esta transformación que como sociedad nos debemos, y que a este paso, si seguimos a cuenta gotas, ni siquiera mi hija, ni mis nietas llegarán a ver.
Desde mi experiencia y todas las oportunidades que pude tener en estos más de 20 años de profesión, reconozco en mí la necesidad de acompañar y motivar a más mujeres a destacarse en ámbitos empresariales, sociales, educativos, políticos e informativos.
Para avanzar hacia una mayor igualdad de género en el mundo laboral, es crucial que las mujeres contemos con herramientas y además las empresas latinoamericanas y la sociedad en su conjunto reconozcan y aborden las barreras que enfrentan las mujeres a la hora de sumarse a la fuerza laboral.
Con esta intención es que nace CADA UNA, una iniciativa enfocada en el fortalecimiento y liderazgo femenino en América Latina.
CADA UNA nace para trabajar en la necesidad de crear espacios que fomenten el desarrollo profesional de las mujeres, más allá de los prejuicios y limitaciones impuestos que a menudo tiende a limitar el rango de posibilidades de crecimiento en la carrera de una mujer.
CADA UNA busca desafiar estas narrativas de la mujer con menos oportunidades que sus pares masculinos, destacando historias de mujeres que sí han logrado esa superación, cuya experiencia sirva de faro e inspiración, ofreciendo programas de mentoría, círculos de aprendizaje, y talleres en vivo, diseñados para equipar a las mujeres con las herramientas necesarias para asumir roles de liderazgo con confianza y competencia.
Nuestra misión es crear una comunidad de apoyo donde las mujeres puedan crecer, aprender y liderar, redefiniendo el concepto de liderazgo para incluir valores como la empatía, la creatividad y la justicia.
Te invito a unirte a esta emocionante iniciativa y ser parte del cambio hacia un futuro donde las mujeres no solo participen sino que lideren y transformen nuestros entornos profesionales.
El liderazgo no tienen género.
Natalia González Amato
Natalia es profesional del Marketing y hoy consultora después de más de dos décadas de experiencia como Directora de Marketing y Estrategia en numerosas empresas internacionales.
Hoy con base en Buenos Aires, vivió en cuatro países diferentes y fue distinguida como Leading Women Argentina, galardón otorgado por Ad Age y Adlatina a mujeres que se van dejando su huella en la industria.
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